La flora intestinal es tan importante como cualquier órgano de nuestro cuerpo, esta influye a un nivel físico y mental, por esa razón los probióticos son fundamentales para el ser humano y se deben de incluir en la dieta alimenticia que los contengan.
Los probióticos son organismos vivos o bacterias ‘buenas’ que están presentes en aquellos alimentos o suplementos que ayudan a mantener el buen estado de la flora intestinal.
Cuando el intestino está debilitado por una alimentación y estilo de vida inadecuada, los microorganismos dañinos se imponen sobre las bacterias buenas y se produce un desequilibrio peligroso donde las defensas bajan y se es muy susceptible a enfermedades; entonces las bacterias probióticas activan las reacciones inmunológicas en todo el cuerpo, entre ellas la activación de determinadas células defensoras.
Si algún agente infeccioso ataca el cuerpo, se necesita tener un sistema inmune sano y activo que pueda combatirlo. En el intestino residen entre el 70-80% de las células inmunológicas y supone la primera línea de defensa.
Los microorganismos que habitan el tracto intestinal además de controlar el sistema inmunológico también lo hace con las emociones, en la pared intestinal se encuentran múltiples receptores que a su vez están conectados al cerebro por medio de nervios y ayudan a regular muchos procesos y emociones.
Entre los labores que realizan los probióticos se encuentran regular el tránsito intestinal, evitar el estreñimiento, reducir la hinchazón abdominal, producción de enzimas n aturales, mantienen un peso saludable, reducen infecciones urinarias, mejoran los niveles de colesterol, activan la síntesis de vitamina K la cual es anticoagulante entre otras más funciones.
Cambiar la alimentación muerta a una alimentación viva con la ayuda de alimentos probióticos es una de los factores a tomar en cuenta para una vida más saludable, por lo cual los alimentos refinados, que aportan pocos nutrientes y energía es mejor sustituirlos por alimentos probióticos los cuales previenen patologías digestivas.
Algunos elementos que se pueden implementar son:
- Yogur: El alimento probiótico clásico, el mejor yogurt es el blanco (natural) sin azúcares ni sabores añadidos.
- Queso blando: Durante la maduración del queso las proteínas, grasas y carbohidratos de la leche se descomponen y transforman a través de la digestión microbiana cientos de nuevas sustancias.
- El chocolate negro: Este beneficio del chocolate es poco conocido pero el efecto probiótico del cacao incrementa las bacterias ´buenas´ y reduce la presencia de otros microrganismos patógenos.
- Pan de masa madre: Su alto nivel de lactobacilo fomenta la producción de ácido lácteo y ayuda a bajar el nivel de ácido fítico en el aparato digestivo, esto permite una mejor absorción de vitaminas.
- Microalgas: Entre estas se encuentran la espirulina, algas verdes y azules las cuales son muy nutritivas y antioxidantes; se añaden a los batidos.