¿Cómo superar el pasado?

Los problemas o inconvenientes son parte de la vida diaria de todas las personas, muchas veces esas situaciones del pasado no se dejan atrás y de manera permanente se están recordando lo cual perjudica la manera que se vive el presente.

Siempre habrá experiencias buenas y otras no tan positivas, estas situaciones definen quién se es y de dónde se viene, en general forman la identidad; Sin embargo, cuando no se supera el pasado, la vida se paraliza y el futuro se torna incierto.

Sentimientos enlazados a esos recuerdos como lo son la culpa, la nostalgia, la decepción, el rencor, el arrepentimiento impiden disfrutar del presente y los acontecimientos que suceden. Hay diferentes pautas que ayudan a superar el pasado y crear así un presente lleno de propósitos.

Lo primero que se debe de hacer es reconocer y entender que el pasado ya no existe y lo que se vivió no pasará de la misma forma y lo que ocurrió tampoco puede ser modificado; es necesario liberar las ideas de lo que se hubiese hecho o no y aceptar que lo que sucedió no se va a cambiar.

Se debe de tener poder y control sobre las emociones, el solo paso de los días no aliviará lo que se siente, por eso hay que gestionar las emociones y tomar acciones adecuadas para no dejarse llevar por los sentimientos.

Para poder avanzar, un factor fundamental es el perdón, muchas veces cuesta seguir adelante porque el rencor o arrepentimiento por errores cometidos dominan la vida. Esta no es una tarea sencilla por lo cual se debe recordar que cada persona actúa según sus propias creencias, miedos, anhelos y conocimientos.

Una de las mejores estrategias para superar el pasado es cambiar el foco de atención, dejar de alimentar los recuerdos y comenzar a invertir la energía física y mental en disfrutar el ahora. Tomar técnicas o ejercicios de tipo “mindfulness” puede ayudar a calmar la mente, a despejarla de pensamientos dolorosos y a comenzar a valorar cada instante.

Cuidar de sí mismo, practicar el cuidado personal y dedicar tiempo a proyectos y actividades agradables son excelentes formas de dejar de mirar atrás. Sin embargo, cada uno tiene su propio proceso y progreso.

No es realista ni tampoco saludable pretender olvidar un evento doloroso en pocos días, se debe dar tiempo para sanar. Solo de esta forma se asegurar que el pasado quede resuelto y no continúe anclando.