La mirada es una de las partes que más resaltan en una persona, y mucho de este impacto que se puede transmitir a los demás se debe a las pestañas, por esto es de suma importancia tratarlas con el cuidado idóneo, ya que muchas veces se maltratan durante la rutina diaria sin saberlo.
Uno de los pasos que se deben de evitar a toda costa es utilizar un rizador de pestañas luego de haber aplicado varias capas de rímel.
Se cree que al utilizar este instrumento las pestañas no se bajarán, pero en realidad luego de aplicar la máscara para pestañas estas quedan rígidas y al utilizar esta maquinita se pueden quebrar.
Otra costumbre que tienen muchas chicas es el aplicarse varias capas de rímel, hay que recordar que menos es más, el utilizar tanto producto es innecesario, las pestañas adquieren un grueso nada natural y además se añade peso adicional que puede perjudicar el bienestar de esta parte tan delicada del ojo.
Excederse con el uso de pestañas postizas tampoco es bueno, si se utilizan muy frecuentemente las pestañas naturales se debilitan y pueden caerse con el paso del tiempo.
Es mejor utilizar pestañas postizas solo para eventos muy especiales y se debe recordar que a la hora de retirarlas debe ser con mucho cuidado y utilizar aceite si es necesario.
Uno de los pasos fundamentales para pestañas fuertes y un rostro hermoso es el desmaquillado diario, si no se realiza este procedimiento los restos de rímel quedan en la piel tapando los poros del cutis, las pestañas pasarán más rígidas e inmóviles de lo normal y eventualmente se podrán quebrar.
Usar rímel a prueba de agua es muy común, pero este producto de maquillaje es muy difícil de quitar ya que se adhiere mil veces más que el rímel de fórmula regular, al retirarlo se puede perder pestañas. Hay que reservarlo para esos días en que de verdad se necesite.
La alimentación también es importante, se pueden consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales y aceite omega3.
En el mercado hay muchos productos que ayudan a dar fuerza, volumen y bienestar al rostro, por eso se pueden encontrar tratamientos específicos para el cuidado de las pestañas; un ejemplo de esto es que existen desmaquillantes ideados solo para esta parte del rostro, donde son formulados de aceite para retirar el rímel con mayor facilidad. Lo ideal es siempre usar productos de calidad y que sean dermatológicamente testados.