Las crisis y situaciones difíciles hacen que las personas vean más allá de lo que tenían planeado, producen cambios que no se contaban y convierte a las personas en seres más fuertes y con nuevas perspectivas, donde rompen paradigmas que no creían poder vencer.
Aunque estas circunstancias ayuden a salir de las zonas de confort que se tienen y buscar una reinvención personal, la mayoría en primera instancia se bloquea y no sabe de qué manera actuar, por lo tanto, es necesario pensar y actuar de una manera calmada.
Un ejemplo claro y que afectó alrededor del mundo, es la situación de la pandemia por el COVID-19, donde la manera de relacionarse y las rutinas diarias cambiaron de forma drástica, acercando a la sociedad a una realidad inimaginable y con estrictos protocolos; esto desencadenó mucho miedo, estrés y preocupación entre los ciudadanos.
Para poder enfrentar este tipo de situaciones hay diferentes estrategias, que con práctica y constancia producen efectos verdaderos y duraderos una vez se empiecen a implementar; Son ejercicios enfocados desde una psicología positiva para que reluzcan en específico tres fortalezas personales, las cuales ayudan a mejorar y sobrellevar la sensación de angustia y preocupación que se puede llegar tener.
Lo primeros es el don de análisis, esta fortaleza predispone a las personas a procesar diferentes fuentes de información, ayuda a evaluar las opciones que se tienen o crear nuevas, se reconocen patrones o poder definir qué es relevante o qué no es importante para tomar una decisión.
Con esta fortaleza hay que saber utilizarla de una manera correcta, ya que sobre analizar alguna situación más bien hará que se pierda el tiempo y se dé un bloqueo mental.
No se sabe realmente la evolución que tendrá cada caso particular, por lo que no tiene sentido dedicar tiempo psicológico a pensar en todos los posibles males que pueden llegar a ocurrir.
La armonía es fundamental ante situaciones difíciles, ya sean conflictos a nivel interno o con otras personas; si se encuentra esa sintonía con lo que está pasando y se logra sacar lo positivo de esto, se podrá mantener la calma y encontrar una solución de manera más efectiva y sin precipitarse. Por lo tanto, si la persona se siente sobrepasada y fuera de control, es fundamental abordar y trabajar esta fortaleza.
Y, por último, pero no menos importante, la positividad es una fortaleza que permite salir adelante de las dificultades que se tengan, hace alusión también al hecho de quedarse con lo bueno para focalizar la atención en elementos de utilidad, según lo aprendido de experiencias pasadas.