Lo último en espacios: La Barbería

La historia de la barbería se remonta siglos atrás. Egipcios, Romanos y Griegos fueron los primeros en reconocer la importancia social de esta profesión, sin embargo la época que marco la identidad clásica de una barbería fue entre los años 1880-1940. Más que un establecimiento donde recortar el pelo y afeitarse, se convirtió en un lugar de encuentro social donde fraternizaban e intercambiaban tertulias. También es cierto que los establecimientos competían por su popularidad para convertirse en el punto de encuentro de los hombres de la ciudad.

 

El papel del barbero pasa a ser un elemento imprescindible, un confidente que siempre está dispuesto a escuchar y dar consejos ya que eran personas interesantes, siempre con alguna historia que contar, capaces de subir la autoestima con un trabajo bien hecho en un lugar acogedor, cálido y  agradable con olores a menta, tónico capilar y tabaco que impregnan la madera.

 

Las barberías clásicas están pasando por un periodo de resurgimiento ofreciendo al hombre de hoy en día experimentar un servicio que mezcla arte, nostalgia y destreza. Estos lugares mantienen la tradición cuidando hasta el más mínimo detalle, los recortes se hacen con tijeras y el afeitado con navaja. La silla de barbero antigua es la pieza clave en aquellos espacios que desean consolidarse como rudos y varoniles.

Botellas de cristal colorido, elegantes vitrinas de madera talladas, espejos, enseres, carteles, juegos de mesa y periódicos ayudaban a aumentar la experiencia masculina.

 

A partir de 1901 con la creación de la firma Gillette y la fabricación de maquinillas de afeitar desechables, más económicas y populares por el uso de los soldados durante la segunda guerra mundial, surge un declive de las barberías.

 

A consecuencia de ello, los hombres descartaron la navaja. Los frecuentes viajes a la barbería pasaron a ser visitas ocasionales. Por esta razón en cuanto al Revival comercial es muy importante reproducir cada detalle, en especial las herramientas del barbero y el mobiliario.

 

¿Cómo proyectar la barbería perfecta?

Una barbería perfecta es un oasis para caballeros, un respiro y escape de la ciudad, un santuario restaurador de cuerpo y mente, un templo exclusivo del género masculino. Siendo vital transmitir estas sensaciones dado que la generación actual está redescubriendo una nueva forma de ser varonil y a la vez mantener un aspecto cuidado.

 

No es solo un corte de pelo, es una experiencia que convierte a las barberías en lugares exclusivos, donde fidelizar a los clientes es clave por medio de un espacio legítimo y tradicional, como algunos de los espacios que nos han inspirado y donde cabe resaltar una vez más la labor social que tiene el barbero y como puede influenciar en la comunidad.

 

Nasir Sobhami de 26 años, nacido en Japón, realizo sus estudios en Canadá y trabaja en su propia barbería en Melbourne. Un sueño que alcanzó después de superar con la ayuda de su familia la adicción a las drogas.

 

“Cortar el pelo es mi nueva droga” (Nasir Sobhami).

 

Este cambio en su vida le permitió tener una visión más amplia hacia las personas desfavorecidas y olvidadas de la sociedad.

 

Hoy conocido como “The Street Barber” (el barbero de la calle). Sobrenombre ganado con cariño por ofrecer sus servicios a indigentes de forma altruista.

 

El establecimiento reúne elementos masculinos en una estética donde predomina lo vintage y la iluminación de neón juega con lo retro y el pop art. Juegos de mesa, futbolín y música, un refugio de ocio donde además de encontrar una mano amiga se puede tener una segunda oportunidad en la vida.

 

La cultura del Barber en Europa y Estados Unidos.

 

Tim Collins, fotógrafo profesional fascinado por la cultura barber, creó el proyecto Barber Life , una recopilación de fotografías que logran plasmar el alma de las barberías clásicas de Europa y Estados unidos.

 

Francisco, Marco y Nuno son “The Lisboa collection”, esplendidos caballeros que hacen de modelo para Tim Collins y que fueron fotografiados en el establecimiento Figaros Barbershop en Lisboa, Portugal. Lugar especializado en cortes de pelo de los años veinte hasta el cincuenta, además de escuela para aprender el arte de las tijeras. Con una estética vintage dominada por los hidráulicos, la madera y el metal, donde paradójicamente el avejentamiento del espacio lo hace más actual.

Amsterdam barbershop es  una barbería con estilo propio, la estética del establecimiento y la imagen muy cuidada de los barberos atraen a los caballero más exigentes de la ciudad. Tim encontró esta barbería por casualidad caminando por Ámsterdam y el ambiente capto su atención.

 

“Las vibraciones de este lugar están al máximo, la música en el ambiente y todos los chicos haciendo bromas entre ellos”

En las fotografías de Pappas Barber Shop podemos apreciar la finalidad de muchos complementos decorativos como parafernalia artística que causa una atracción visual debido a la aglomeración de objetos curiosos en una zona determinada del espacio.

En un antiguo edificio en la ciudad de Ámsterdam se encuentra Barberstation, una barbería de estética vintage con personalidad, donde el ideal es mezclar cortes de pelo de la vieja escuela, rock and roll, humor y buenos amigos.

 

Ejemplos inspiradores en la decoración del Barber

 

Headbangers Barbershop & whiskey bar. Ubicado en México el proyecto de diseño de la barbería es fruto del trabajo realizado por el estudio de interiorismo. Este establecimiento tiene una barra de madera y cuenta con una selección de whiskeys y cerveza que el cliente puede degustar gratuitamente.

Continuamos este recorrido y llegamos a Brasil donde encontramos Corleone Barbershop, inspirada en las clásicas barberías de los años 40 y 50, con la intención de rescatar la cultura masculina perdida. El nombre hace homenaje a un icono de Hollywood, un capo de la mafia, el famoso Don Corleone.

 

La audaz selección del mobiliario de diferentes estilos forma parte de un desorden armónico, un lugar acogedor donde esperar el turno puede convertirse en algo muy fácil de acostumbrarse, teniendo a disposición una mesa de billar, pinball y una selección de más de 450 marcas de cerveza. El lugar está repleto de complementos decorativos con una buena distribución de iluminación que abarca 150m2 de superficie.

 

“La idea era unir comida, cerveza, barbería y algo más” (Corleone Barbershop.com)

En el pasado, el barbero a modo de cirujano practicaba extracciones de muelas y curaciones de cualquier tipo. En el siglo XIX entre agujas, sangre y hombres rudos el barbero adopta una nueva función donde expresar su creatividad. Momento donde los tatuajes toman popularidad y protagonismo en la historia. Hoy en día podemos apreciar la inconfundible relación entre barbero y tatuajes dentro de la cultura Barber realizando trabajos estéticos que dependen de una mano experta.